Hoy, después de abrir los regalos de Reyes que trajeron mi hermano y su novia Alejandra, comimos farfalle que traje de Italia y merendamos café y té contándonos nuestras particulares navidades. Cuando se marcharon yo estaba inquieta, necesitaba moverme pero no me apetecía ir al gimnasio ni sacar la bici. Así que finalmente opté por ir al centro a dar un paseo. Me encontré a Najwa Nimri en un rincón del FNAC con el que debía ser su novio (madre mía con el chaval, era de esa clase de tipo melenudo-rubito-con camisa de franela que tanto me gusta). Estuve por soltarle a Najwa que su último disco me parece una basura y que el mundo solo la recordará por su encantador papel en «Los amantes del círculo polar»... pero decidí no hacerlo.
Al final me he comprado un calendario con las ilustraciones de peces tropicales de Samuel Fallours que ya publiqué en un post anterior. Me parece que dedicaré lo que queda de día a redecorar mi habitación (me está dando hasta pena quitar la decoración navideña) y a seguir viendo pelis de terror de serie b de los 60.
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