Supongo que ha llegado el momento de replanteárselo todo. Actualmente dispongo (según mi criterio) de dos posibles opciones bien diferenciadas: o sigo adelante luchando por mis ideas, evaluando mi capacidad para enfrentarme a los diversos obstáculos del día a día y actuándo en consecuencia para con mis errores, o sigo hundiéndome en el mismo círculo autodestructivo, evadiéndo la realidad y mis carencias afectivas a base de vicios y actitudes perjudiciales que sé que sólo pueden llevarme a un mismo lugar: la muerte.
De alguna forma siento que he tocado fondo, y a veces la perspectiva de simplemente acabar con todo se hace terriblemente atractiva. Ya no por el hecho de tener problemas, sino por el hecho de no tener a nadie que me ayude ahora que estoy tan acabada que finalmente me he resuelto a pedir ayuda para resolverlos. A veces siento todo tan contaminado y lleno de falsa seguridad basada en posesiones y sentimientos estúpidos y narcisistas... Pero he de recordarme que yo también soy arrastrada a menudo a ese círculo, y que ayudarme a mi misma también pasa por ayudar a los demás. Así que mi autosugerencia es comenzar a abrirme a la gente y moverme por otras zonas donde no exista más la idea de "aquí nadie tiene nada más que aportarme". Pero detrás también habrá que empezar a trabajar especialmente en mi miedo al fracaso, y sobre todo, al rechazo. Si consigo solucionarme os contaré el secreto y os evitaréis caer en la frívola e infructuosa psicología moderna (hablo por experiencia propia).
1 Kommentar:
No me puedo sentir más identificada contigo con lo que estás escribiendo últimamente... He estado como tú durante años y años, aunque ahora parece que por fin y poco a poco voy encontrando mi lugar.
Yo lo único que te aconsejaría es que empieces a ver menos lo malo que es todo alrededor, todo este consumo y este capitalismo y esta falta de valores y que empieces a ver más todo lo bueno que TÚ puedes ofrecer. Una vez que haces las cosas que realmente amas es entonces cuando todo tu alrededor, aunque sea de una manera ínfima, puede cambiar. ¡Hay que cambiar de actitud!
Las personas que mas nos pueden ayudar somos nosotras mismas, y tienes que empezar por ahí.
Es difícil ir contracorriente de todo y todos, pero no puede haber nada más gratificante en la vida que hacer lo que realmente te gusta, aunque la gente cercana piense que estás loca o que vas a tu bola. Primero tienes que estar contenta contigo, lo demás, tarde o temprano, vendrá solo.
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